Hace varios días que he empezado a leer “la cena secreta” y debo admitir que estoy enganchado, los dominicos no suelen ser los protagonistas, y aunque no sé cómo va acabar el libro, en principio no me parece que seamos los malos malísimos de la película (como casi siempre).
El motivo de escribir sobre el libro antes de terminarlo es un comentario en la conversación que tienen el Padre Leyre y el Maestro General Torriani, casi al principio del libro, en el capitulo 6. En dicha conversación Torriani dice que aquellos malditos, refiriéndose a los cátaros, inspiraron a Santo Domingo a crear la Santa Inquisición. Esta afirmación, es del todo incierta y en principio basta la cronología para aclarar la cuestión. Santo Domingo murió en 1221 y el oficio de inquisidor no se instituyó hasta 1231 en Lombardía y hasta 1234 en el Languedoc. Esta inquisición es la llamada inquisición pontificia, distinta a la que respondía a una petición de los Reyes Católicos al papa en 1478. Respecto a la inquisición que tratamos aquí responde a la decisión del emperador de Alemania Federico II y al papa Gregorio IX de crear un tribunal extraordinario en el que el juez sería un clérigo pero su poder estaría garantizado por los poderes políticos. Esta decisión se toma en 1231, y como digo Santo Domingo no tiene nada que ver ya que ha muerto diez años antes. Este tribunal se introduce en el norte de Francia en 1233 y en el mediodía francés en 1234, por lo tanto es fácil de ver que este tribunal ni siquiera estaba pensado especialmente para la región en la que los dominicos empezaron su labor. Este tribunal tampoco era una “policía de la fe”, para las faltas más leves el tribunal asignaba penas de orden religioso, visitar iglesias, hacer peregrinaciones etc, si la falta es grave se entregaba el preso al brazo civil que podría aplicarle la pena de muerte. A partir de 1252, se podía torturar a los reos, tal y como era normal en todo el derecho común de aquella Europa. Para acabar, decir que tampoco el primer inquisidor fue dominico, sino Conrado de Marburgo, un sacerdote secular. Es a partir de 1234 cuando el papa elige un dominico para el cargo de inquisidor en Languedoc. En adelante, los inquisidores de languedoc serán dominicos y los de Provenza franciscanos. Siglos después la mayor frecuencia de inquisidores fue para los jesuitas. Quiero acabar uniendo mi voz a la de Lacordaire, el restablecedor de los dominicos en Francia tras las revoluciones liberales: “Santo Domingo no fue en absoluto el inventor de la inquisición y nunca hizo acto alguno de inquisidor. Los dominicos no fueron en modo alguno promotores ni principales instrumentos de la inquisición”
Lo que me ha movido a escribir es la defensa de un hombre, Santo Domingo de Guzmán, que es ejemplo para miles de personas que seguimos a Cristo de la manera en que el quiso seguirle, por medio del estudio y la predicación.
El motivo de escribir sobre el libro antes de terminarlo es un comentario en la conversación que tienen el Padre Leyre y el Maestro General Torriani, casi al principio del libro, en el capitulo 6. En dicha conversación Torriani dice que aquellos malditos, refiriéndose a los cátaros, inspiraron a Santo Domingo a crear la Santa Inquisición. Esta afirmación, es del todo incierta y en principio basta la cronología para aclarar la cuestión. Santo Domingo murió en 1221 y el oficio de inquisidor no se instituyó hasta 1231 en Lombardía y hasta 1234 en el Languedoc. Esta inquisición es la llamada inquisición pontificia, distinta a la que respondía a una petición de los Reyes Católicos al papa en 1478. Respecto a la inquisición que tratamos aquí responde a la decisión del emperador de Alemania Federico II y al papa Gregorio IX de crear un tribunal extraordinario en el que el juez sería un clérigo pero su poder estaría garantizado por los poderes políticos. Esta decisión se toma en 1231, y como digo Santo Domingo no tiene nada que ver ya que ha muerto diez años antes. Este tribunal se introduce en el norte de Francia en 1233 y en el mediodía francés en 1234, por lo tanto es fácil de ver que este tribunal ni siquiera estaba pensado especialmente para la región en la que los dominicos empezaron su labor. Este tribunal tampoco era una “policía de la fe”, para las faltas más leves el tribunal asignaba penas de orden religioso, visitar iglesias, hacer peregrinaciones etc, si la falta es grave se entregaba el preso al brazo civil que podría aplicarle la pena de muerte. A partir de 1252, se podía torturar a los reos, tal y como era normal en todo el derecho común de aquella Europa. Para acabar, decir que tampoco el primer inquisidor fue dominico, sino Conrado de Marburgo, un sacerdote secular. Es a partir de 1234 cuando el papa elige un dominico para el cargo de inquisidor en Languedoc. En adelante, los inquisidores de languedoc serán dominicos y los de Provenza franciscanos. Siglos después la mayor frecuencia de inquisidores fue para los jesuitas. Quiero acabar uniendo mi voz a la de Lacordaire, el restablecedor de los dominicos en Francia tras las revoluciones liberales: “Santo Domingo no fue en absoluto el inventor de la inquisición y nunca hizo acto alguno de inquisidor. Los dominicos no fueron en modo alguno promotores ni principales instrumentos de la inquisición”
Lo que me ha movido a escribir es la defensa de un hombre, Santo Domingo de Guzmán, que es ejemplo para miles de personas que seguimos a Cristo de la manera en que el quiso seguirle, por medio del estudio y la predicación.
2 comentarios:
El error es tuyo. Domingo de Guzmán, el primer inquisidor, había mandado a principios del siglo XIII (1208)a Raimundo de Peñafort como comisario y a instancias de éste, el papa Gregorio IX designó un tribunal de la Inquisición que se ocupó de erradicar la herejía albigense en Aragón luego de largas vicisitudes.
Inocencio III reunió el IV Concilio de Letrán(1215), en el que se decidió la creación de jueces inquisidores especiales, encargados de descubrir y sancionar a los herejes. El primer inquisidor nombrado por el Pontífice fue Domingo de Guzmán, que estableció su tribunal en Tolosa(Francia) hacia 1216.
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