sábado, 26 de enero de 2008

Cruces y mesas


Leo en el Diario de León, en su versión digital del sábado 26 de enero, “Los vecinos piden retirar símbolos religiosos de los colegios electorales”. Parece ser que la federación de Asociaciones de Vecinos de Valladolid ha pedido a la Oficina del Censo Electoral de esta provincia la retirada de la simbología religiosa en todos los colegios electorales. Según estas personas los locales electorales no están ubicados en espacios de neutralidad.
Me rasco las barbas mientras le doy vueltas y pienso. ¿Neutralidad? Un triste crucifijo, si es que queda, en un aula, ¿viola la neutralidad de dicha aula?, un mural fabricado por los alumnos sobre los reyes magos ¿rompe la neutralidad? No se me ocurre qué es lo que puede romper un espacio de neutralidad.
He investigado por ahí y me he encontrado con el porqué de todo ésto. Parece ser que estas personas tienen que “sufrir los crucifijos y estupideces varias” cuando entran al colegio electoral. “Se trata de defender la laicidad del estado” ¿Laicidad del estado? Yo creo que más bien se trata de defender el ateismo de algunas personas, ya que para defender la laicidad del estado, estas personas deberían estar más tranquilas, de la misma forma que yo no voy apartando paganos cuando ando por la acera, ni atropello herejes con el coche. Tampoco pido que retiren todos los libros de Carlos Marx cuando entro en una librería, ni me negué a estudiar a Nietzsche cuando me tocó hacerlo. No se trata de eso, se trata de tener la fiesta en paz, que lo mismo que a ellos les molestan unas cosas a mi me molestan otras.
Por otro lado me he encontrado con lindezas como que en el pueblo granadino de Ogijares denuncian que una de las mesas electorales esté delante de una Iglesia. En fin....
Quizás estas personas gocen de clarividencia y cada vez que ven un crucifijo en lugares privados donde es legal tenerlos, el Cristo crucificado les dice entre susurros de ultratumba... vota al Pepé, el Pesoe es malo............

Aunque la historia puede ir por otro lado. Esta aversión por las Iglesias y los crucifijos, puede obedecer a una invasión de vampiros, una colonización masiva de fuerzas de Satán que mueren desintegrados cuando ven una cruz. Me recuerda a la muchacha de "El exorcista" que cuando veía venir por el pasillo al cura con el crucifijo en la mano se le volvía la cabeza del revés.

1 comentario:

Max Webos dijo...

Sin duda, toda esta paranoia identitaria viene de un plaga, lo de los vampiros es plausible, pero me inclino por una provocada por OCB, RIZLA Y SMOKING para vaciar almacenes...si señores, la plaga de cogérsela con papel de fumar, también llamada ''lo políticamente correcto''.
Supongo que la federación de APAS pucelana encuestión no tendrá nada mejor de qué preocuparse. Pobre niño,a ver si vé un crucifijo y se queda cataléptico, o directamente tonto del culo...mejor lo ponemos a ver el Gran Hermano.
Buen blog, felicidades! ;-)