sábado, 28 de junio de 2008

Beata Teresa de Calcuta


Me han regalado “Ven sé mi luz” de la Madre Teresa de Calcuta, un libro que espera ansioso a ser leído en la columna de libros por leer de mi mesa. El libro es el conjunto de la correspondencia que la Madre Teresa de Calcuta tenía con sus directores espirituales. En sus cartas, la beata Teresa, expone sus dudas y el vacío espiritual que llegó a sentir durante años. Lo que para unos ojos no acostumbrados a las cuestiones teológicas puede parecer que no es propio de un santo, para mí, lo es. Los santos no son superhombres o supermujeres que nunca tienen una duda, que nunca vacilan en su fe. Nada de eso, el santo es aquel que duda, aquel que llama y no recibe respuesta, y que a pesar de todo mantiene su fe, mantiene su compromiso con Cristo. De hecho, estas cartas de la beata de Calcuta ya influyeron positivamente en su beatificación, y las publica el procurador de dicha causa, el padre Brian Kolodiejchuk MC. Para Teresa de Calcuta, la mayor pobreza está en no ser amado, no ser querido, no ser cuidado, les decía a sus hermanas de las Misioneras de la Caridad que sin sufrimiento su trabajo sería sólo trabajo social. “Ven sé mi luz” es una experiencia que muchísimos santos han tenido. San Benito, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Ávila, San Vicente de Paúl o ya en nuestro siglo, Santa Teresita de Niño Jesús, todos han escrito desgarradores documentos con sus “noches oscuras del alma”, como las llamó San Juan de la Cruz. Siempre es la misma experiencia, durante esa noche oscura, que puede durar años, la persona participa de la experiencia del abandono de Dios que sufrió el propio Jesús durante la Pasión, me refiero a la noche del Huerto de los Olivos. Por ejemplo Santa Juana de Chantal, la fundadora de la orden de la Visitación de María, sufrió una noche oscura de más de cuarenta años. Pese a todo, Dios está siempre presente. San Columbano en el siglo VI, escribió, "Que no falten en mí esas heridas, Señor. Dichosa el alma que está así herida de amor. Ésa va en busca de la fuente. Ésa va a beber. Y, por más que bebe, siempre tiene sed. Siempre sorbe con ansia, porque siempre bebe con sed. Y, así, siempre va buscando con amor, porque halla la salud en las mismas heridas.”
Por lo que estamos viendo, no nos tiene que extrañar que la Madre Teresa de Calcuta tuviera dudas y periodos de depresión espiritual. Para una persona que fundamenta su vida en sus sentimientos y su estado de ánimo la vida de Teresa de Calcuta es incomprensible. Estar deprimido en medio de la mayor miseria humana es signo de que eres humano, sería anómalo no preguntarse dónde está Dios. Ser capaz de seguir adelante demuestra la presencia de la mano de Dios, demuestra que la respuesta es que Dios está en cada uno de los que trabajan por los pobres y en cada uno de los pobres.
La Madre Teresa de Calcuta escribía en una ocasión: "La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad." En otra ocasión dijo: "Para mi, las naciones que han legalizado el aborto son las mas pobres, le tienen miedo a un niño no nacido y el niño tiene que morir. Si conoces a alguien que no quiere al niño, que le tiene miedo al niño, díganle que me lo dé a mí."
Las Misioneras de la Caridad tienen como todos los religiosos los votos de pobreza, castidad y obediencia, pero ellas tienen un cuarto voto, el servicio a los pobres, a los pobres que no tienen qué comer y a los pobres que sí tienen qué comer pero han perdido a Cristo y no lo encuentran. Las Hermanas de Teresa cumplen sus cuatro votos por todo el mundo en cientos de casas que llaman Tabernáculos, porque en ellas está presente Cristo, y en los que se dedican a moribundos, desahuciados, mujeres, niños, pacientes de SIDA, etcétera… y sin importarles si se trata de musulmanes, hindúes o budistas.

viernes, 27 de junio de 2008

El congreso socialista


El 37º congreso del PSOE tiene como puntos del día temas muy calentitos. El laicismo, el aborto, la igualdad, la eutanasia o el cambio climático centraran el congreso socialista que tendrá lugar en Madrid en los días 4, 5 y 6 de julio. De la igualdad, si es tal y como la están planteando, hablaremos de ella largo y tendido. El cambio climático es un tema que, la verdad, hace falta meterle mano.
El caso del laicismo, como decía Eulogio López del diario digital Hispanidad, la sociedad europea parece que se ha partido en dos, los fieles y los cristófobos. Pero bueno, la cosa no va por ahí. El tema está en que a Zapatero no se le ocurre nada para aliviar la crisis, no tiene ideas, y ante la falta de ideas ante un problema, lo más “adecuado” es ocuparse de algún “temilla” delicado para crear ruido. Las feministas del PSOE traen al congreso socialista el tema del aborto libre. ¿Qué más quieren? Ya tienen el aborto libre con sólo apoyarse en la barrera abierta del peligro para la madre o en su salud psíquica, pero claro, da mucha pereza todo esto del teatro. Es mucho mejor ir directamente y abortar, pero nadie habla de ayudar a asociaciones como La Fundación Vida. El tema de la eutanasia es una gran patata caliente, es una bomba fétida que puede dejar muy mal olor. Como recuerda Eulogio López, la legislación española deja bastante que desear en cuanto a la definición sobre la aplicación de sedantes, y como tenemos más miedo al dolor que a la muerte pues llamemos sedante a la eutanasia y punto. En cuanto al laicismo, me remito al post anterior “Laicidad y laicismo”. Por lo que dijo Caldera el pasado 24 de junio los socialistas quieren reforzar los derechos de los ciudadanos y quieren combatir las desigualdades. Pero ya se sabe, para combatir las desigualdades unos son más iguales que otros. Quieren igualdad y derechos de los ciudadanos, pero claro, se les olvida comentarnos la nueva definición de ciudadano. Si eres viejo, o tan joven que no has nacido todavía, si eres cristiano, si eres heterosexual, o si formas parte de una familia tradicional, no eres ciudadano.

La verdad es que da un poco de repelús: leyes en clave de ideología de género, divorcio expréss, la ley de violencia doméstica donde solo se recogen derechos reclamados por las feministas radicales, avance en los “derechos sexuales y reproductivos” que consiste en garantizar la intimidad de las mujeres que abortan y la seguridad jurídica de los implicados en el aborto, (en previsión de investigaciones a clínicas que cometen abortos fuera del plazo legal), garantizar la equidad en el acceso y la calidad de esta “prestación sanitaria” (así llaman a la interrupción voluntaria del embarazo) y una profundización en la accesibilidad libre y gratuita de la anticoncepción de emergencia. El congreso del PSOE presenta muchas más propuestas, todas, seguro, muy rimbombantes, pero no me interesan. Con un PSOE como este en el gobierno vamos como los barcos de la foto.

miércoles, 25 de junio de 2008

Laicidad y laicismo


Estamos oyendo continuamente en las noticias las palabras laicidad y laicismo como si fueran sinónimas y no lo son. Tanto no son sinónimas, que una de ellas es una violación de los derechos humanos, y la otra es expresión de independencia y respeto.
¿Qué es el laicismo? En pocas palabras, la hostilidad o indiferencia contra la religión, ¿Qué es laicidad? Pues simplemente el mutuo respeto entre Iglesia y Estado, fundamentándose este respeto en la independencia el uno del otro. La laicidad se basa en la distinción entre lo secular y lo religioso, entre lo que es del César y lo que es de Dios. Si los países de raigambre cristiana tienen todos democracias, no es por otra cosa que por tener leyes fundamentadas en la separación entre Estado y Religión, concepto que desde sus inicios reclama el cristianismo. Por mucho que les pese a los laicistas de izquierdas y a los nuevos laicistas de derechas, hay democracia porque hay cristianismo. El cristianismo es la única religión que favorece la democracia, y que no nos cuenten milongas sobre la revolución francesa porque todos los conceptos manejados durante ese infausto periodo histórico, es decir, libertad, fraternidad e igualdad, tienen su origen en los Evangelios.
Es fácil observar que la laicidad no es el laicismo, un estado laico no es un estado hostil o indiferente contra la religión o contra la iglesia, cosa que es contraria a los derechos humanos. Ejercer una religión es un derecho. La laicidad es compatible con la cooperación de todas las confesiones religiosas dentro de los principios de libertad religiosa y neutralidad del estado. Para Alex Seglers, los orígenes de la laicidad se remontan al judeocristianismo, que desacralizó el poder temporal de los gobernantes de aquel tiempo, donde era imposible concebir la religión como algo separado de lo político. En Occidente el poder político no está sacralizado. Pero cuidado, y ésta es la clave del tema, un poder político desacralizado, citando a Philippe Nemo, no tiene ningún monopolio ni privilegio para discernir la Verdad, la Belleza y el Bien. Los gobernantes son personas corrientes, pero potencialmente peores ya que están más expuestos que los demás a la corrupción del poder y al pecado de la soberbia. Son estos políticos los que creen estar por encima del bien y del mal, influenciados por ideas paridas por filósofos, y estoy citando otra vez a Philippe Nemo, como Maquiavelo, Hobbes, Rouseau, Hegel, Marx, etcétera, intentando una y otra vez sacralizar al Estado de acuerdo a un sucedáneo de religión civil, siempre en beneficio de sus ansias de poder, esto es laicismo. El laicismo hace desaparecer la razón y convierte al Estado en la única razón y la opinión en verdad. Benedicto XVI decía en 2006: la laicidad se entiende por lo común como exclusión de la religión de los diversos ámbitos de la sociedad y como su confín en el ámbito de la conciencia individual. La laicidad se manifestaría en la total separación entre el Estado y la Iglesia, no teniendo esta última título alguno para intervenir sobre temas relativos a la vida y al comportamiento de los ciudadanos; la laicidad comportaría incluso la exclusión de los símbolos religiosos de los lugares públicos destinados al desempeño de las funciones propias de la comunidad política: oficinas, escuelas, tribunales, hospitales, cárceles, etc. Continuaba diciendo el Papa que hay múltiples maneras de concebir la laicidad, se habla hoy de pensamiento laico, de moral laica, de ciencia laica, de política laica. En efecto, en la base de esta concepción hay una visión a-religiosa de la vida, del pensamiento y de la moral, es decir, una visión en la que no hay lugar para Dios, para un Misterio que trascienda la pura razón, para una ley moral de valor absoluto, vigente en todo tiempo y en toda situación. Sólamente dándose cuenta de esto se puede medir el peso de los problemas que entraña un término como laicidad, que parece haberse convertido en el emblema fundamental de la postmodernidad, en especial de la democracia moderna. No es expresión de laicidad, sino su degeneración en laicismo, la hostilidad contra cualquier forma de relevancia política y cultural de la religión. No es bueno excluir a Dios de todos los ámbitos de la vida, Dios no es enemigo del hombre, tal y como quieren presentarlo muchos teóricos. Benedicto XVI terminaba diciendo que tenemos el deber de hacer comprender que la ley moral que nos ha dado Dios, y que se nos manifiesta con la voz de la conciencia, no tiene como finalidad oprimirnos, sino librarnos del mal y hacernos felices. Se trata de mostrar que sin Dios el hombre está perdido y que excluir la religión de la vida social, en particular la marginación del cristianismo, socava las bases mismas de la convivencia humana, pues antes de ser de orden social y político, estas bases son de orden moral.

lunes, 23 de junio de 2008

Antijudaísmo


Podía haber elegido cualquier noticia para comentarla, no faltan noticias sobre temas socioreligiosos. Pero ésta me ha llamado la atención. Quizás sea por el poco eco que ha tenido, quizás podría decirse que no es más que una agresión de las muchas que se sufren en el mundo, quizás no la más grave, al fin y al cabo el agredido no ha muerto, pero cuando leí “Unos menores atacan a un judío en Francia”, reconozco que pensé en el joven judío de 17 años atacado, pero pensé mucho más en los cinco menores que le causaron las heridas que llevaron al hospital en estado grave a dicho joven. Cinco menores. No es ninguna broma, los estereotipos negativos sobre los judíos han crecido en Europa en los últimos años. En España (47%), Polonia (45%), Italia (32%), y Alemania (20%), por este orden, son los países donde más gente tiene clichés antisemitas, donde más gente cree que los europeos que profesan la religión judía son más leales a Israel que a su propio país, que tienen demasiado poder en el mundo empresarial, y que hablan demasiado acerca del Holocausto nazi. Abraham Forman, director de la Liga Anti Difamación ha declarado últimamente que "Una gran cantidad de europeos siguen estando infectados por actitudes antijudías, aferrándose a clásicas historias falsas antisemitas y teorías de conspiración, Estas actitudes ayudan a legitimar el antisemitismo, incluyendo la violencia contra judíos y es causa de gran preocupación". Cada día se genera en Europa una peor opinión hacía los judíos. ¿Acaso pensábamos que la judeofobia era algo superado por la civilización global de Internet? Ni mucho menos, el antijudaísmo no es cosa del pasado, acciones de este tipo están teniendo lugar en Francia, Gran Bretaña, España, Alemania, prácticamente en toda Europa, el antisemitismo no ha desaparecido, sólo estaba dormido en la mentira de lo políticamente correcto y está despertando. Por un lado todavía persiste el viejo mensaje antisemita de los partidos fascistas o marxistas, que hoy por hoy sigue nutriendo los idearios de partidos antisistema que recogen los votos de los ciudadanos europeos defraudados por el sistema. En ocasiones esto se alimenta de la negación del holocausto. Por otro lado, y esto es lo verdaderamente importante y grave, existe una política enarbolada por partidos de izquierdas, muchos de ellos en el poder en muchos países de la vieja Europa, que hacen del estado de Israel responsable de cada una de las circunstancias que acontecen en el polvorín político-religioso de Oriente Medio. La simpatía que muchos progresistas tienen por los movimientos palestinos se convierte en un irresponsable apoyo a grupos terroristas islámicos. La simpatía con los palestinos se confunde con el antisemitismo. El antisemitismo se oculta bajo el antisionismo, es decir, la oposición al estado de Israel. Oponerse a la creación y desarrollo de un país puede generar simpatías y antipatías pero para la dormida opinión de Europa el antisionismo esta cubierta de la mentira de lo politícamente correcto. Gustavo Perednik dice: “Aun cuando desde un punto de vista estrictamente teórico se podría ser antisionista y no judeofóbico, el antisionismo propone acciones que llevarían a la muerte de millones de judíos. Por ello en el mundo las dos expresiones de odio [a Israel y a los judíos] están íntimamente entrelazadas, como muchas veces revelan sus propios voceros.” El odio a Israel, al pueblo judío, es como vemos una actualidad, voceada por pocos y aceptada silenciosamente por muchos. Por un lado, y por desgracia, no me extraña que cinco menores apaleen a un chico judío en una de nuestras calles, y por otro lado, me extraña aún menos que los creadores de opinión no le den la importancia que merece.

miércoles, 18 de junio de 2008

Ana Frank

Tengo poco tiempo para escribir, así que le he cogido prestado a Zumacaya, del foro "Rosavientos", este vídeo que ha preparado con imágenes históricas y con la voz del inolvidable Juan Antonio Cebrián en uno de sus "Pasajes de la Historia" de su programa "La Rosa de los Vientos". No se trata de una efeméride, ni pongo este vídeo por nada en especial, simplemente porque cualquier momento es bueno para recordar a personas como Ana Frank.

Un abrazo y hasta el lunes.


domingo, 15 de junio de 2008

Leer la Biblia


El próximo octubre se celebrará una Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en el Vaticano, que reflexionará sobre la importancia de las Sagradas Escrituras y sobre lo indicado de su lectura. Los católicos leen poco la Biblia y el Papa se preocupa por ello. En concreto los católicos españoles son los que menos leen las Sagradas Escrituras, por otro lado, los católicos de Estados Unidos son los que más leen la Biblia.
Que sean los americanos los que más leen la Biblia no me sorprende, ni tampoco el dato de los españoles. Los católicos americanos viven en un ambiente protestante, donde la lectura de la Biblia es algo natural. Una de las reivindicaciones de Lutero fue el derecho a la lectura de las Sagradas Escrituras. Hasta 1534, sólo circulaban por Europa traducciones de la Biblia en latín, y por lo tanto estaban destinadas a sacerdotes y eruditos. Lutero desafió al poder eclesiástico e intentó poner la Biblia al alcance de la población, del vulgo, que en su caso, sólo entendía la lengua alemana. Además Lutero, después de la ingente labor de traducir la Biblia al alemán, hizo a cada lector responsable de la interpretación de su lectura, rechazando cualquier interpretación magisterial de la Iglesia. La suerte que tuvo Lutero fue contar con un invento que hizo que su Biblia llegase a todos los rincones de Alemania, la imprenta, marcando así una revolución llamada “lectura masiva”. De esta manera, para un protestante, la lectura de la Biblia es algo natural, algo que desde el principio lo diferenció del fiel católico. Para el católico, la lectura de la Sagrada Escritura no era tan fácil, durante años siguieron circulando Biblias únicamente en latín haciendo imposible su lectura habitual. En 1564, el Concilio de Trento, para proteger al catolicismo del peligro luterano, proclamó que: "Confesamos que la Escritura Santa es imperfecta y letra muerta en tanto que el soberano pontífice no la ha explicado y no ha dado permiso de leerla a los laicos". Esta restricción sólo fue contestada en 1960 durante el Concilio Vaticano II. Durante siglos, para el católico normal, de calle, la Biblia ha sido sólo para los Sacerdotes y los Teólogos, y el simple hecho de abrir una Biblia y leerla producía un cierto temor. Esto pide una matización: En Francia, en 1550, se difundía con mucho éxito la traducción de Louvain, a los que se añadió entre 1666 y 1670 tres traducciones más. Lo mismo ocurría en otros países. Pero en España era diferente, Anselmo Petite escribía: “Aunque en otros reinos hace tiempo que corren las traducciones vulgares de la Biblia, en nuestra España no era lícito leerlas sin especial licencia, hasta el decreto de la Santa Inquisición de 7 de enero de 1783". Es por eso por lo que los católicos españoles no leen la Biblia, unos porque son jóvenes y ateos y otros porque son demasiado viejos y tienen metido en la cabeza la vieja protección contra los luteranos, “cuidado que la Biblia es para los curas”. Sólo así se explica el comentario que hace un lector ante la noticia del Sínodo que abre este post en un diario electrónico “resulta muy peligroso que los católicos acudan directamente a la Biblia sin aprender paralelamente la doctrina que la Iglesia extrae de la Escritura.”. ( http://www.religionenlibertad.com/cms/node/628 ) Quizá esta persona efectivamente nunca haya leído la Biblia. no sabe que toda Biblia Católica está llena de anotaciones, de notas al pie de página, que no hacen otra cosa que explicar lo que la Iglesia piensa de cada pasaje, o por lo menos de los más importantes. El católico dispone de un enorme abanico de ediciones de Biblias que cuentan con todas las “bendiciones” del Magisterio para ser leídas en la intimidad del hogar. El católico español no tiene excusa para no leer la Biblia, todo el mundo tiene una Biblia en casa pero poca gente la abre. Os aseguro que la Biblia es un libro fabuloso, el único secreto es abrirla y leer.

sábado, 14 de junio de 2008

Bruce Lee y el wu wei


“Vacía tu mente. Libérate de las formas. Como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua amigo”
Esto es lo que decía Bruce Lee en una vieja entrevista de televisión. “be water, my friend” se convirtió en parte del folklore popular durante un tiempo, pero luego, tras un tiempo sin emitir el anuncio de coches donde se recuperaba la entrevista, las famosas palabras de Bruce Lee se han olvidado.



La frase nos habla de filosofía taoísta, concretamente del principio del wu wei, La forma más adecuada de enfrentarse a una situación es no actuar, más bien no forzar, dejarse llevar, convertirse en agua. Es un concepto central de la actitud taoísta ante la vida y el mundo. De hecho, el taoísmo es la práctica del wu wei. En el taoísmo no es lo mismo no actuar que no hacer nada. Para entender esto nos fijamos en las plantas, que crecen por wu wei, es decir, no hacen esfuerzos para crecer, simplemente lo hacen. El wu wei sería la forma natural de hacer las cosas, sin forzarlas, sin desvirtuarlas con artificios. En el taoísmo el wu wei se asocia con el agua. Aunque el agua es blanda y aparentemente débil, tiene grandes capacidades. Puede ajustarse a cualquier forma, fluir hasta cualquier sitio, escurrirse por los más pequeños agujeros, puede ser vista en gotas o formar grandes océanos, pero puede ejercer una gran violencia y un gran poder en las condiciones adecuadas. Todo el universo funcionaría en armonía con este principio, pero cuando el ser humano se enfrenta contra el mundo, altera esa armonía. No quiere decir esto que las personas deben renunciar a hacer su voluntad, sino que deben actuar de acuerdo con los procesos naturales existentes. Digamos que el wu wei es el arte de “dejar estar”, la aceptación del mundo por medio de la aceptación de sus reglas, las cuales no deben ser cambiadas, ya que con eso conseguiríamos lo contrario a lo pretendido. John Blofeld en "taoísmo, la búsqueda de la inmortalidad" decía: "Wu wei, principio cardinal de los taoístas, significa literalmente "no acción" pero no en el sentido de quedarse sentado todo el día como un tronco muerto o un bloque de piedra; sino en el de evitar la acción que no sea espontánea, en el actuar de lleno y con destreza, pero sólo y de acuerdo con la necesidad presente, siendo vivaz cuando se requiere, pero nunca forzado y tenso, huyendo de la acción artificiosamente calculada y de toda actividad que arranque de un motivo de provecho interesado." Nosotros, occidentales de la era post-industrial, post-moderna o como se quiera, víctimas del espejismo del desarrollo y el progreso, creemos que todo objetivo, por pretencioso que fuera puede ser alcanzado. La capacidad de transformación de las condiciones naturales nos ha hecho pensar que esto era así, que el ser humano puede hacer lo que quiera. Y no es así, el sentimiento de soberbia nos hace olvidar que somos parte de una totalidad, de una creación, y por supuesto, no somos dueños de ella. Según J.C. Cooper el wu wei "se trata de la tranquila aceptación de la vida en el mundo tal como es y como viene; de aguardar el momento y la oportunidad, sin forzar nunca el resultado, sino que este se despliegue a su tiempo según su naturaleza"
El italiano Alfonso M. di Nola, uno de los más acreditados estudiosos de la historia de las religiones dice en su estudio “Religiones no cristianas”, y desde un prisma cristiano, que el wu wei es una regla de conducta en virtud de la cual la acción, que es la vida misma, tiene que llevarse a cabo como si no se actuase, tiene que desligarse de sus motivaciones pasionales y de los obstáculos del interés o del apego. Sólo en esas condiciones esa reaparición de las « espontaneidades» originales, esa liberación de la instintividad natural y de las inclinaciones falseadas y reprimidas por la vida social, provocan la adecuación de nuestra acción, es decir, de nuestro existir, al modelo del Tao y la transformación de la vida en lo transcendente. Por eso el Tao ha representado, como elemento central de una gran experiencia religiosa, una condición paradigmática, atemporal y aespacial, que la criatura tiene que alcanzar no ya a través de la percepción, sino por medio de una adecuación vivida, que es un gozoso morir y un gozoso renacer.

Arte contemporáneo

Como dice el famoso doctor House de la serie de televisión: No es que crea que todo lo que no me parece arte no lo sea. Lo que no creo, es que todo lo que se considera como arte lo sea.

¿Nos podemos fiar de los críticos de arte?



¿Esto es música?



La gente paga dinero por esto...



... y al final los espectadores aplauden...

jueves, 12 de junio de 2008

Stonehenge


Al final resultó que Stonehenge era un cementerio. Después de muchísimos años en los que estudiosos, científicos, iluminados, contactados por inteligencias extraterrestres o druidas del s. XXI aseguraban que el monumento megalítico más famoso del mundo era un observatorio astrológico, un aeropuerto para extraterrestres, un amplificador de la energía de la madre tierra o un centro de reunión de druidas celtas, etcétera, ha resultado que no, que en realidad era un cementerio. Parece que el lugar ya había sido un cementerio antes de que se levantaran los famosos bloques de piedra. Se han encontrado restos humanos de cientos de personas incinerados pertenecientes a una franja de tiempo que va desde el 3000 aC hasta el 2340 aC.
Que Stonehenge era un lugar para poner físicamente a los muertos era algo que los científicos no habían apreciado hasta el momento pese a que se habían encontrado desde hace años diversos enterramientos en las inmediaciones. Este hallazgo confirma la teoría de que había una conexión entre el círculo de piedras y el mundo de los muertos. La creencia en la otra vida está presente desde que el hombre es hombre, es más, me atrevería a decir que el hombre se ha convertido en ser humano gracias a su sentido de la trascendencia. Esta creencia está altamente consensuada en todas las culturas de todas las épocas, todas coinciden en lo fundamental, se puede decir que pensar en un más allá elevó las esperanzas de los primeros seres humanos. La pregunta por el más allá es quizás la más grande pregunta que nunca se haya hecho el ser humano, y desde luego, ha de ser respondida desde la fe, ya que empíricamente, nunca se ha llegado a aportar una solución satisfactoria tanto en un sentido como en otro. No puede ser afirmada ni negada pero sin embargo es algo que nos hace falta, es algo por lo que los hombres de todas las épocas han buscado para completar algo que nos falta en lo más profundo del corazón. Son muchos siglos los que nos separan de los constructores de Stonehenge, pero en realidad somos las mismas personas con los mismos anhelos.

domingo, 8 de junio de 2008

Políticos


No me importa la acera en la que milite el político, no me importa si lleva la cartera en la izquierda, en la derecha o en el centro como quieren hacer todos (sin darse cuenta que en el centro no hay bolsillo). No hace falta recordar los ataques, ofensas, restricciones, mentiras… que sufre el mundo católico español por parte de toda la progresía de “la unión asociada de naciones” llamada anteriormente España. No quiero olvidarme de algún que otro socialista como Belloch que no se dejó convencer por la moción del CHA para retirar el crucifijo que preside la sala de juntas del ayuntamiento de Zaragoza. Belloch dijo que las sociedades más maduras son las que no cambian las costumbres y tradiciones, sino que las acumulan y superponen. Belloch es un político socialista que dice públicamente que el crucifijo no le ofende. Aplausos para Juan Alberto. Pero no creamos que solo la izquierda es malvada, con sus excepciones, al PP siempre se le acusa de partido de la derecha tradicional y clerical, y en este caso, dime de qué se te acusa y te diré de qué careces. Los partidos políticos no son ONGs, son máquinas de tocar poder, y nunca tocarán poder con la verdad ni con la defensa del bien común. Debido a la perversión del relativismo ético y a la degeneración social que produce, el político sabe que nunca ganará unas elecciones diciendo una verdad incómoda. Creo que era Winston Churchill quien decía que el buen político era el que decía una verdad desagradable antes que una mentira agradable. Por esta razón el PP nunca defenderá valientemente los valores cristianos, no digo que no respete a la Iglesia no entendida como Jerarquía sino como Pueblo de Dios, sino que no propone políticas claras en defensa de la Verdad con mayúsculas (que se lo pregunten al gobierno valenciano y su actitud con las objeciones a EpC). Mucho más peligroso que una izquierda laicista es una derecha laicista. Mientras que la izquierda laicista sabe perfectamente lo que hace, la derecha laicista no sabe lo que se está jugando. Una gran parte de la derecha liberal española cree que la secularización es igual a modernización y no acaba de comprender que sustituir la religión tradicional por una religión de la razón, una religión civil, no da resultado. Algún liberal de derechas con cierta conciencia, pero convencido de que secularización es igual a modernización, incapaz de prohibir la religión creyó que el tema se arreglaba reduciendo la religión al ámbito privado. La maquinaria retórica de la izquierda, potentísimo artilugio de “concienciación social” quiere hacer pasar la aconfesionalidad del Estado como laicidad del Estado, y esto, se mire por donde se mire no es lo mismo. Como digo, lo peligroso no es la opción política que pretende esto, sino la opción política que sabiendo que esto no es bueno, se mantiene en un tímido silencio, y que a falta de reflexiones se esconde no habla y, últimamente, se deja convencer.

sábado, 7 de junio de 2008

El cristiano hoy


No está de moda ser cristiano. La misma palabra se me antoja malsonante en los oídos de la mayoría de los viandantes. Los políticos, ya sean de derecha, izquierda o todo lo contrario, no son menos, y no quieren escuchar ni pronunciar la palabra “cristiano”. Admito que existe un fundamentalismo religioso peligrosísimo que afecta tanto a cristianos, musulmanes o judíos, claro está, en distinta medida, con distintas causas y distintos objetivos cada uno. Pero no olvidemos el fundamentalismo laico, que es el verdadero fundamentalismo que se vive en España. Es todo producto de una gran hipocresía, empezamos por decir que a un negro no se le puede llamar negro y acabamos tolerando cualquier cosa para no herir ninguna sensibilidad. Cualquier cosa menos lo que fundamenta nuestra sociedad, lo que sujeta las columnas sobre las que se apoya la cultura europea. Olvidamos la historia porque en nuestro inmenso orgullo creemos que todo lo inventamos nosotros, que todo es nuevo y que todo es nuestro. La sociedad es más mala si se olvida de la cultura de sus padres, y es que una cultura que no se apoya en lo que he recibido de mis padres y mis abuelos no se puede llamar cultura. Aunque también es cierto lo que dice el escritor José Jiménez Lozano, “la cultura del mañana está hecha de las disconformidades de hoy”, pero fijaos que dice disconformidades y no inconformidades, habla de que la sociedad de mañana se construye con la falta de acuerdo, con la falta de correspondencia entre las cosas, con la discusión y el diálogo, y no con la falta de adaptación a los valores establecidos, la contestación o la simple ruptura. El mundo se ha vuelto muy superficial, las cosas que merecen la pena son más difíciles y poco a poco la comodidad deja huella en nuestras conciencias. Ser cristiano hoy es esperar un poco más de la vida, buscar lo difícil, no buscar las respuestas prefabricadas de antemano. Ser cristiano hoy es buscar más el diálogo que la protesta. Es buscar la pequeña luz de una vela en medio de una cueva y poder alumbrarse con ella. Hoy en día llamarse cristiano es una opción de vida, una expectativa que obliga a ser consciente de ello. Es muy difícil ser cristiano en medio del mundo, el cristiano, a la vez que se orienta a una postura humilde en lo concreto debe ser resuelto y valiente en lo que se refiere a los nuevos desafíos, ante las nuevas posibilidades que ofrece el mundo. No podemos estar seguros, ni para lo bueno ni para lo malo, de la mayoría de opciones que se nos ofrecen a los cristianos que vivimos en medio del mundo. Intentamos hacer lo que se espera de nosotros antes de que se defina lo que cabe esperar de nosotros.

viernes, 6 de junio de 2008

Educación

Educación, la solución para los problemas de este mundo. Una solución efectiva, segura y definitiva, pero que exige por nuestra parte mucha generosidad, y eso es algo de lo que no podemos presumir. El video es muy bueno. Los niños, al final, son lo que han visto a lo largo de su vida


martes, 3 de junio de 2008