Tengo la certeza de que la masa del protón es de 1.67 · 10-27 kg. Lo creo, pero es algo que no puedo saber por experimentación directa, puedo consultar varios libros de química y constatar que los datos son coincidentes, pero podría ser un error. Este caso está dentro del campo de las certezas, mi mente se adhiere perfectamente al juicio del libro de física, pero no por ello el libro de física está en la verdad, nadie me asegura que la ciencia en quince o veinte años con tecnologías más avanzadas averigüe otro dato que desmienta éste. Precisamente la certeza hace posible el error. En la ciencia la certeza de las hipótesis es grande, aunque no absoluta. Nuestro conocimiento del mundo físico no es perfecto, el campo de aplicación de las leyes y los datos científicos no siempre es conocido con exactitud y no suele ser fácilmente comprobable. Por otro lado, estas leyes y teorías se forman por generalización y su campo de aplicación no es siempre conocido. Un ejemplo de todo ésto lo encontramos en la historia del estudio del planeta Venus. La primera persona que contempló Venus a través de un telescopio fue Galileo en 1609, y lo que vio es un planeta que reflejaba la luz del sol con intensidad, a medida que la ciencia avanzaba, mejores telescopios fueron apuntando hacia Venus, y lo que siempre se veía era la luz del sol reflejada en lo que parecía una densa capa de nubes. Esta observación dio lugar, en las mentes más avanzadas de principios del siglo XX, a una curiosa reflexión: No se ve nada en Venus porque está totalmente cubierto de nubes, las nubes están formadas por agua, pero las nubes de Venus parecen más espesas que las de la tierra, por lo tanto hay mas agua, entonces si hay más agua, habrá superficies pantanosas en Venus, y si hay pantanos habrá plantas, insectos e incluso dinosaurios. Es decir, no se ve nada en Venus a través del telescopio. Conclusión: el planeta está lleno de dinosaurios. Finalmente cuando en los años sesenta del siglo XX la sonda espacial soviética Venera aterrizó sobre la superficie de Venus descubrió que el planeta es absolutamente inapropiado para la vida, las nubes de Venus son de ácido sulfúrico. De la misma manera, la masa del protón podría no ser de 1.67 · 10-27 Kg. Es el problema del método inductivo, las teorías que dan los investigadores no son más que explicaciones que se dan para intentar comprender una serie de fenómenos. También en este caso podría hablarse de fe, de asentir con certeza pero sin evidencia, basándome en el testimonio de otro. Yo no puedo ver ningún protón para comprobar que su masa es la que dice el libro, pero considero dicho libro con valor y autoridad (de momento) suficiente para apoyar mi certeza en la evidencia que me da el autor del libro, la mayoría de los datos científicos con los que nos movemos en el mundo son de este tipo.
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