sábado, 10 de mayo de 2008

No es lo mismo



El jeque Ali Al-Faqir, ex ministro jordano de dotación religiosa, ha jurado conquistar España y Roma, y ha declarado que América y la Unión Europea pronto colapsarán. Esta “joyita” dice también: “Nosotros debemos declarar que Palestina, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, es una tierra islámica, y que España – Al-Andalus - es también la tierra del Islam. Las tierras islámicas que fueron ocupadas por los enemigos una vez más se convertirán en islámicas. Por otra parte, vamos a llegar más allá de estos países, los que se pierden en la lejanía. Nosotros proclamamos que vamos a conquistar Roma, como Constantinopla fue conquistada una vez, y como lo será conquistada de nuevo. Vamos a gobernar el mundo, como ha sido dicho por el Profeta Muhammad. Nos enfrentaremos a un frente de batalla que es más amplio y más fuerte. Sus comienzos fueron en Palestina, en Irak, en Afganistán y en Chechenia. Lo que ha empezado se terminará. Esto no parará. La entidad sionista alcanzó su conclusión y su fin, y está empezando a declinar, hasta que se disminuya y llegue a su fin. Del mismo modo, América ha ocupado, tronado y espumeado con ira y proclamó, al igual que Faraón: "Yo soy tu Dios supremo", pero llegará a su fin, y han comenzado a darse cuenta de que su final está cerca. Hemos empezado a leer en los periódicos americanos y europeos que "nuestra gloria disminuye, y no hay nada que podamos hacer al respecto". Esta mañana en la TV Al-Yazira,yo he visto a científicos y teóricos estrategas americanos que decían que los EEUU pronto llegarán a su fin. Ellos lo dijeron antes sobre la URSS, y, de hecho así fue, y nosotros decimos ahora que los EEUU y la Unión Europea llegarán a su fin, y únicamente la creciente fuerza del Islam prevalecerá.”

Todo esto mientras un entrevistador de Al-Yazira decía “Alá lo permita” y mientras, cosa que me parece más grave, Pepelu Rodríguez (José Luís Rodríguez Zapatero) sigue empeñado en su Alianza de Civilizaciones. Esta política buenista seguida por Zapatero y aplaudida por la izquierda europea, como son la judeofobia, el antijudaismo, el antiamericanismo y junto al persistente debilitamiento de las raíces culturales de Europa son las actitudes perfectas para que estos islamofascistas crean que Europa pronto será musulmana. Estas palabras pronunciadas por este Jeque son ignoradas por la mayoría de la sociedad ya que reconocerlas perjudicaría un ideario en el que todo el mundo es bueno menos Israel y USA. El mismo Zapatero con su proverbial sabiduría dijo una vez que “el cristianismo es uno de los grandes problemas de la humanidad”. Parece que al señor, que los españoles le hayan votado para ejercer de presidente y que quiera ser amigo de todo el mundo menos de quien paga impuestos para mantener su sillón, se la trae al pairo las violaciones contra la libertad y los derechos de las personas que se perpetran en los países como Jordania, Irak, Irán o Argelia. El que es amigo de todos no es amigo de nadie decía Aristóteles, pero me temo que Zapatero no sabe quién es Aristóteles. Estas amenazas de conquistar España son absurdas pero no por ello inofensivas. Por lo pronto dejan en ridículo los irresponsables proyectos como los de la Alianza de las Civilizaciones que son la excusa perfecta para que el islamismo encuentre una vía para convencer y engatusar a buena parte de la confiada y descuidada sociedad europea. Además, son amenazas que vienen de un mundo diametralmente opuesto al nuestro, que se ponga como se ponga la ministra De la Vega, es de honda raíz judeocristiana. Son amenazas de un mundo islámico hostil, analfabeto, tecnológicamente atrasado, antidemocrático, que exalta la violencia y rinde culto al muerto en combate. Nos lo creamos o no, la versión más dura del Islam es la que se impone al Islam moderado, de hecho no existe un Islam moderado sino musulmanes moderados, y nos lo creamos o no, culpan de todos sus males a Occidente. Unas tasas de paro del 60% como por ejemplo en Palestina no es culpa del imperialismo americano. Los países musulmanes están llenos de vitalidad, de orgullo de raza y religión y se sienten superiores a un Occidente débil y decadente, demasiado acomodado. Vivimos tiempos que pensábamos que habían quedado en los libros de historia, pensábamos que ciertos peligros habían sido chamuscados aquel día de 1945 en que un oficial alemán quemaba los restos suicidados de Hitler. La erosión del Estado de Derecho, el intervencionismo sobre las libertades del individuo, el desprestigio de la democracia, la deslegitimación de la conciencia religiosa y los valores asociados a ella, convierten a Europa en un colador para ideas radicales. Europa es frontera entre una civilización liberal y otra antiliberal y la debilidad geopolítica europea, el debilitamiento de la democracia liberal, las incongruencias de la izquierda desde el comunismo hasta la socialdemocracia, y el enorme complejo y falta de convicciones de la derecha han dejado esta frontera abierta.


Europa se debate actualmente entre el respeto al individuo y la utopía socialista de la unión comunista, unión que recorta las libertades de la persona hasta hacerla desaparecer. La clave para entender la degradación moral y política en la que vive Europa está en el radicalismo de izquierdas, antidemócrata, que viene escondido dentro de un aparente progresismo, que bien mirado, no deja duda sobre sus intenciones pero que son aceptadas ciegamente por la sociedad que al final asiente feliz a la alienación del individuo y a la vulneración de sus derechos más elementales. Un ejemplo fácil se vive en España en la que se pretende marcar las orientaciones éticas del individuo con la introducción en el sistema educativo de la asignatura Educación para la Ciudadanía. El populismo, el postmaterialismo secularizador, el relativismo cultural y el multiculturalismo son actores en la película que vive Europa en este cambio de siglo. El proceso secularizador puede ser el detonante para la aparición de estás ideologías. La pérdida de legitimación histórica europea basada en el hecho cristiano, es lo que ha llevado a Europa, desde el final de la Revolución Francesa a una mezcla de ateísmo e ideas vagas y contradictorias entre sí como el multiculturalismo, el postmaterialismo, el individualismo, el igualitarismo etc... que han acabado por herir de muerte a Europa. Un ejemplo de lo peligroso de estas ideologías lo tenemos en España y la ley de libertad religiosa, cuyos objetivos son "amparar y cobijar a todos y garantizar la libertad de conciencia sin ir contra nadie"..."proteger las creencias de todos, las de los católicos, por supuesto, pero también las de los musulmanes, judíos o evangélicos, y también las creencias de los que no creen"..."garantizar la libertad de todos, sin imposiciones de nadie, sin dogmas, pues, lo único que puede imponerse en España es la Constitución y la ley". ¿Qué hacemos protegiendo, en nombre de la Constitución, a grupos socio-religiosos manifiestamente inconstitucionales? ¿Nos hemos dado cuenta de que los islamistas repudian la cultura, las ideologías y tradiciones occidentales y exaltan la violencia, la desigualdad entre hombre y mujer o la teocracia? No digamos que es lo mismo, o si no, busquemos un solo obispo que en sus sermones llame a las cruzadas para liberar Tierra Santa de los infieles.

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