jueves, 7 de mayo de 2009

Querido David

Querido David, sin tú quererlo te has convertido en el tercer niño que ha sido “bautizado por lo civil”. El primero fue en Igualada (Barcelona) en 2004, el segundo fue en Rivas Vaciamadrid en 2007, y ahora tu, David, en un pueblecito de Málaga en 2009. Tres en cinco años, qué gran éxito. Quizás hubieras preferido no ser bautizado de ninguna manera, ni por lo civil ni por la Iglesia. Quizás dentro de unos años, y usando la libertad y el respeto democrático con el que tus padres han prometido educarte, delante de un alcalde de pueblo, fíjate que importante, decidas, como digo, en uso de tu libertad bautizarte de verdad, o aún más, decirle a tu papá aquello de “papá quiero ser cura”.


Querido David, te han dado la bienvenida democrática, te han colocado bajo los principios de libertad, igualdad y respeto. Dice tu alcalde, José Antonio Ponce, que sigue una tradición iniciada en la Revolución Francesa. Espero que esa tradición libertaria, igualitaria y respetuosa, como él dice, no acabe como la Revolución Francesa: un millón de muertos entre 1789 y 1798, el genocida Napoleón, toda una generación de franceses desaparecida y más de 100 años de guerras y revoluciones por toda Europa. Recuérdale también a José Antonio Ponce lo que la Revolución Francesa causó en España: medio millón de muertos en una guerra terrible y la pérdida de las colonias de América, por no hablar de tres guerras civiles carlistas que se llevaron otros 250.000 españoles a la tumba. ¿Este es el precio de la libertad, la igualdad y la fraternidad? Por cierto, querido David, dile a tu alcalde que en la tradición de La Revolución Francesa, donde él dice respeto, debe decir fraternidad. Bueno, quizás para él, el simple y mero respeto, es decir, soportar y aguantar como se pueda al que tienes al lado, es mejor que considerarlo tu hermano, o tu prójimo.


Querido David, tus padres han adquirido el compromiso de educarte de una manera laica, libre y gratuita, también te van a educar de manera democrática. Pido a Dios que todos los niños sean educados así, sin adoctrinamientos, sin educaciones para la ciudadanía, que la educación sea gratuita, y que seamos por fin libres y dueños de nuestro futuro. Querido David, que nadie te diga lo que tienes que hacer para ser políticamente correcto, que nadie te imponga su visión particular de lo que es democrácia, y que tu padre y tu madre respeten siempre lo que han prometido, educarte en libertad, pero que no se confundan, también deben educarte en responsabilidad. Lo principal no es ser libre, sino ser libre para ser buena persona, que nunca se te olvide esto, lo primero es ser una buena persona, estés bautizado o no.


Querido David, te preguntarás por qué tanto revuelo. Desde hace años, la secularización de la Europa Cristiana ha supuesto la pérdida de valores y símbolos culturales que hundían sus raíces en la fe cristiana. El vacío producido por esta vivencia religiosa ha provocado una pérdida de identidad tan desgarradora que se impone la recuperación de ritos propios del cristianismo pero satisfaciendo necesidades de una sociedad que no sabe de donde viene ni a donde va. Querido David, tus padres mostrando muy poca libertad y sí mucha envidia de niñato revoltoso, han querido copiar el rito del Bautismo y hacer una fiestecilla familiar para darte la bienvenida y conmemorar tu entrada como ciudadano en este mundo. Tus padres, querido David, despotrican de toda práctica religiosa y sin embargo convierten el Estado y las instituciones en una nueva religión. Pero no te preocupes, David, tu papá y tu mamá no tienen la culpa, ellos no son malos, ni rencorosos, sólo son ingenuos, desconocedores de su cultura y su identidad, desconocen la identidad de la persona como ser trascendente. En el fondo, querido David, toda persona busca esta experiencia de eternidad, y estas caricaturas de las celebraciones verdaderas, son buena prueba de ello. Y aunque la herencia cristiana está omnipresente en todos los ámbitos del mundo europeo y occidental, la intuición de muchos ha llevado a reconocer, aún de manera laica, que son necesarios para el hombre los memoriales durante su corta vida, pues en ellos, queda patente que no son simples individuos engullidos por una masa, sino personas amadas y queridas por sus semejantes.


Llegará un día, querido David, que tendrás que hacer la Primera Comunión... ¿por lo civil?. Aunque sí es cierto que hoy en día, lo religioso de la Primera Comunión queda bastante desdibujado y en muy segundo lugar, pero espero que para dentro de unos añitos se invente una “primera comunión civil”: “Tomad y comed todos de este subsidio del paro, que será producido por pocos para el beneficio de muchos.... Tomad y bebed todos de este botellón, símbolo de la cultura postmoderna que todos nos tenemos que tragar aunque no queramos....”


Querido David, espero que tu vida no sea tal y como ha empezado, una parodia.

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