lunes, 5 de enero de 2009

Paranoid y Kierkegaard


No se me asusten, esto sigue siendo el Grimorio de Alberto y yo sigo siendo el mismo. Hoy me apetece hablar de Black Sabbath. La razón es porque he estado buceando en el libro de Kierkegaard “La enfermedad mortal” para algo largo que estoy empezando a escribir y me he acordado de estos abueletes del rock. En su libro, Kierkegaard, aborda el problema de la vida estética y el tedio. Aquí Kierkegaard descubre al hombre como enfermo, pero sabiendo siempre que la curación es posible. Habla de una etapa de la vida completamente enferma a la que llama “estadio estético”. Kierkegaard supera el pecado y descubre la actividad humana sometida a la vanidad, a la pedantería. El esteta carece de integridad personal y está roto por dentro. El estadio estético precede al estado ético y al estado religioso. Es algo universal, todos somos estéticos, sólo algunos cristianos (Kierkegaard es cristiano) se han librado o se han curado. También habla del aburrimiento, ¿Por qué se cae en situación de aburrimiento? ¿Es por no tener ganas de no hacer nada, o por verlo todo indiferente? Actualmente hay gente que se aburre sin saber qué les pasa, es el pasotismo. El aburrimiento aparece cuando desaparece el interés, y esto ocurre porque las alternativas del esteta son tonterías, un asunto sin interés no es siquiera un asunto. Saber por qué desaparece el interés nos obliga a saber qué es el interés, no me refiero a las cosas interesantes, sino al interés en sí, ya que las cosas no pueden ser insignificantes, pero el interés sí. El interés es una situación, es estar en situación de interesarse, se tiene o no se tiene, y no es algo inamovible, se puede caer en la desgana, perder el interés y sustituirlo por el aburrimiento. El interés es estar entre otros, me intereso porque estoy entre, cuando me voy de entre otros pierdo el interés y salgo hacia el aburrimiento. Este “estar” del interés es estar entre las cosas, estar en el cosmos, preocupándome de lo que aparece por el mundo, el interés aparece cuando hay algo interesante.
Pero ¿Por qué aparece el aburrimiento? Con el aburrimiento presumimos el interés ya que éste supone la pérdida de aquél, y el aburrimiento es anterior a la solución estética de la diversión. Esta diversión no tiene conexión con el interés, ya que para divertirse hay que proponérselo y para interesarse no. Esto nos dice que antes del esteticismo y la diversión estaba el interés, es decir que el interés es la primera etapa de la vida. Según Kierkegaard, llegamos al aburrimiento a través de la inevitable pérdida del interés. El hombre es un animal pobre de recursos y necesariamente se tiene que interesar, es un remedio a su falta de recursos. Marx, define la situación del mundo como miseria, y según él, somos miseria por definición. El hombre es un ser necesitado y no hay otro remedio que dejar de serlo, pero querer salir de la miseria sin salir de la inmediatez, como quiere él, sin salir del estadio intramundano, es incongruente. Al final el aburrimiento es inevitable, es lo que San Agustín llamaba vació, el hombre no solo busca remedio al esteticismo, sino que además busca una salvación, si se sospecha que no hay salvación entramos en el fatalismo y acaban nuestras posibilidades de redención. Santo Tomás retomaba el vació de San Agustín llevándolo al aristotelismo. El hombre que acepta definirse en función de entes finitos, es un ente sin arraigo, una libertad desorientada y sin ley.
En fin… esto que escribo sólo son fragmentos de eso que comentaba que estoy escribiendo y que me ha recordado a los rockeros Black Sabbath y su viejo tema Paranoid.
Black Sabbath se formó en 1968 y tenía delante al, años después, popularísimo Ozzy Osbourne. Desde un principio sus atmósferas musicales eran siniestras y demoníacas, y eso no les benefició demasiado pero no pudo evitar que se convirtieran en una banda de rock fundamental. La canción a la que me refiero es Paranoid, grabada en 1970. Este tema y el disco en el que estaba incluido, es el momento cumbre de la banda. Paranoid habla de la desesperación existencial de un enfermo mental. La canción es un fiel reflejo de las gentes que transitan por nuestra sociedad, gentes que ya Kierkegaard había definido como enfermos de la “enfermedad mortal”. Decir para terminar que los miembros de Black Sabbath eran drogadictos impenitentes, que Ozzy Osbourne tomaba LSD todos los días durante varios años…esto lo digo para que sepamos por qué tiene hoy en día la pinta de …. no sé como decirlo, ¿sin cerebro? ¿borracho todo el rato? El que lo haya visto últimamente en MTV sabrá a lo que me refiero. Pero bueno… me quedo con la sencilla descripción del hombre enfermo de la sociedad occidental que tan bien describió sin haber leído a Kierkegaard.


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