Ha sido en Jordania, en la ciudad de Rihab, donde dicen haber encontrado la iglesia más antigua del mundo. Según los arqueólogos que están trabajando en ello, unas 70 personas habrían podido celebrar en su interior Eucaristías, de forma ilegal, entre los años 33 y 70 d.C. Según Abdul Qader Hassan, jefe del Centro de Estudios Arqueológicos de Rihab, se tienen indicios de que esta iglesia servía de refugio a los primeros cristianos. Lo encontrado es una cueva, bajo las ruinas de la iglesia de San Jorge del s.III. Parece que estos cristianos habrían huido de Jerusalén por las persecuciones. Persecuciones que no provenían del poder Romano sino del poder religioso judío, según podemos deducir de todo esto, y podemos leer el libro de Los Hechos de los Apóstoles, estos cristianos huyeron de perseguidores como Saulo de Tarso, quien tras su conversión conoceríamos como San Pablo. En las ruinas hay un ábside y un grupo de asientos tallados en piedra donde se sentaban para escuchar, primero, la predicación directa de los Apóstoles y discípulos testigos de Jesús, y posteriormente, a partir de los años 50 del s. I, leían los primeros escritos del Nuevo Testamento. La Tradición menciona a setenta discípulos de Jesús, “los setenta amados de Dios”, que podrían haber vivido en las cercanías de este lugar. Este tipo de descubrimientos nos acerca cada vez más a la vida de los discípulos que conocieron al Señor, y por supuesto nos acerca cada vez más a Jesús de Nazaret y a la confirmación de que todo lo que se dice en los Evangelios está basado en hechos reales, de lo contrario es muy improbable que inmediatamente después de la muerte de Jesús grupos de discípulos se organizaran para escuchar el testimonio de los Apóstoles y para celebrar la Eucaristía. No pensemos en celebraciones como las actuales, sino en una mesa alrededor de la cual aquellos primeros cristianos se reunían para conmemorar la Cena del Señor. Estas primeras comunidades surgieron como una parte del judaísmo, Jesús de Nazaret era judío. En su origen eran llamados nazarenos y durante las primeras décadas acuden a las sinagogas siguiendo la liturgia judía de la época del segundo Templo. Eran judíos que proclamaban que Jesús de Nazaret era el Mesías anunciado por los profetas del Antiguo Testamento, que este Jesús había sido crucificado por las autoridades judías y romanas y que Dios lo había resucitado. Este mensaje no duró muchos años dentro de las fronteras de Judea y en pocas décadas ya había sido exportado a miles de personas de todo el imperio. Los escritos de San Juan al final del s. I, muestran la definitiva separación del judaísmo. Queda mucho por investigar en torno al primitivo cristianismo, y habrá que estar atentos a la confirmación de la antigüedad de este yacimiento arqueológico. Hasta ahora se sabía que se usaban, como lugares de celebración de la Cena del Señor, las casas de personajes destacados dentro de la comunidad, como por ejemplo, la casa de San Pedro en Cafarnaún, encima de la cual se levanta una moderna iglesia regentada por franciscanos.
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