viernes, 29 de febrero de 2008

Obediencia


Amo la Iglesia y porque la amo también amo la reforma. Creo en una Iglesia donde cabe la dialéctica, donde cabe la crítica entendida tal como es, como análisis. De igual forma creo en un diálogo con Dios de dos a dos, no de una forma monóloga. Amo el derecho a equivocarme del curioso que duda y ama aquéllo que no conoce, busco la manera de caminar mejor hacia el conocimiento de la Verdad, voy de equivocación en equivocación hasta el fin último, la razón última, lo que no se puede conocer.
Puedo luchar por mil razones, de esas mil, unas pocas son imperiosas y necesito luchar por ellas, algunas, quizás aquellas por las que no debería luchar, son por las que lucho.
Me gustaría una Iglesia como la que me imagino, pero si es voluntad de Dios que mi imaginación vuele demasiado alto o demasiado bajo, digo como Lutero: no puedo ni quiero retractarme, pero yo en cambio, obedezco de corazón. Tengo claro quien es la cabeza en la tierra y en el cielo y tengo claro cuál es el mandato principal, pero no puedo creer en ello si no lo pongo en duda, si no pienso en la forma de conocerlo mejor. La misma rebeldía que me hace ser cristiano cuando nadie es cristiano es la que me hace decir las cosas que digo. Quiero la reforma pero no a cualquier precio, no quiero salir por peteneras, no quiero dos Iglesias. Lo que quiero es poder discutir, poder dialogar la forma de trabajar, buscar la manera de que no acabemos trabajando para parroquias vacías, donde veamos a sacerdotes dando Misa ante bancos vacíos. No quiero desobedecer pero no quiero acabar siendo el único que obedezca.
La obediencia a la autoridad debe ser un acto de libertad responsable, fundada en el hecho de que en la Iglesia la autoridad está inspirada en la voluntad de Dios. Pero no se trata de una obediencia servil, sin pensar en lo que hacemos, esto iría en contra, en primer lugar, del mandato de dar razón de nuestra fe, y en segundo lugar, de la cordura y la locura que significa ser cristiano en un mundo donde somos negados. La obediencia es una actitud responsable con la autoridad en la búsqueda del bien común de la Iglesia.La obediencia se debe vivir en tono dialogante. Esto exige por ambas partes cierto grado de madurez, capacidad de diálogo, talante respetuoso, aceptación de las cualidades personales y flexibilidad con miras al bien personal y común. La obediencia es un doloroso ejercicio de aprendizaje. La mayoría de las veces se entiende como sumisión y acatamiento de los planes y puntos de vista de un superior. Nada más lejos de la realidad, la obediencia es libertad, es hacer lo que debemos hacer porque queremos. Pero la relación de sumisión sirve para la vida militar o el trabajo pero no debería servir para la vida religiosa. La obediencia tiene relación con la libertad, esto puede entrar en conflicto, no sólo con los circunstanciales mandatos de los superiores, sino con las propias tendencias instintivas y temperamentales. La obediencia, como talante, como gesto clave de amor y fraternidad en la unidad no es algo contrario a la libertad, a la responsabilidad o a la vocación. La clarividencia, la libertad de espíritu y la coherencia humana, puede llevar a conflictos con la obediencia pero también facilita aceptar mejor las orientaciones y sugerencias u órdenes que llegan de la autoridad. Es por todo ésto por lo que reclamo el derecho a la crítica sin que por ello me tiemble la mano a la hora de obedecer.

martes, 19 de febrero de 2008

El mar y las olas


Toda la vida es como sarmiento, y la vid es Dios, somos parte de Dios y Dios es en nosotros. Cuando enferma el sarmiento es la vid quien enferma y si muere el sarmiento la vid muere en ese sarmiento. Toda vida es como el sarmiento, como la ola en el mar. En cada instante el mar se revela como ola y dice la ola, “yo soy el mar”, luego la ola desaparece pero no muere el mar. La vida no termina nunca porque en realidad es un instante en la eternidad, un instante en el que Dios se manifiesta precisamente en un “yo” que sin dejar de ser “yo” tiene vocación de “nosotros” para no perder la costumbre de ser uno con una única creación. No morimos porque no nacemos, antes de nacer ya estábamos con Dios y cuando volvamos a Dios nadie preguntará dónde hemos estado porque nadie nos echó en falta. No morimos, solo abandonamos el envoltorio, la figura que por alguna razón que desconocemos nos toca tener, no morimos, solo dejamos la forma de sarmiento sin que la vid desaparezca, dejamos la forma de ola pero seguimos siendo mar. El “yo” de cada uno, convertido en “nosotros” no puede desaparecer porque es Dios en cada uno, porque todos somos Dios, porque Dios es en nosotros. Dios no tiene partes, si uno de nosotros desapareciera, Dios desaparecería. Todo es Dios, la infancia es Dios, la madurez es Dios, la vejez es Dios, la enfermedad también es Dios. En todo lo que fue, es y será Dios es totalmente entero, porque en lo creado siempre deja el creador parte de su genio, de su espíritu. La creación es tan semejante al creador que es materialización del creador. Todo en nosotros es encarnación de Dios, en la muerte y en el sufrimiento es Dios quien sufre y muere en nosotros. No nos vamos cuando queremos, somos llamados. Todo tiene un orden y un porqué, una razón que no nos toca entender por ahora. No podemos ver nada viendo solo un nudo de hilo, solo entendemos si nos alejamos y miramos el tapiz en su totalidad. No nos vamos cuando queremos, nos vamos siempre y somos llamados siempre, un “ya pero todavía no”. Podemos decir en Cristo “yo soy” porque siempre he sido y siempre seré. No morimos, sólo somos llamados para volver a casa. La ola no debe tener apego de su forma de ola, por muy grande que sea la ola, siempre ha sido mar. La ola sale del mar para romper y luego vuelve a ser mar para siempre.
I.M.V.O.

domingo, 17 de febrero de 2008

Con perdón...


De qué tiene miedo el socialismo español, de qué tiene miedo toda la progresía en general. Hay un gran refrito de modalidades sociales, sindicatos, gays y lesbianas, feministas, actores, políticos socialistas y nacionalistas etc, que marchan contra la Iglesia en cuanto tienen la mínima ocasión. Quizás sea un nuevo deporte nacional... ¿Quieres ser “moderno”? ¿Quieres ser progresista? ¿Quieres entrar en nuestro club de gente guay? Pues no critiques a la Iglesia, no establezcas con ella un diálogo constructivo, no, machácala, amenaza con quemar Iglesias, prepara las piras para abrasar obispos, pega palizas a los párrocos, niega el pan y la sal a quien hayas visto salir de una iglesia alguna vez en su vida, y si tienes sospechas de que va a misa con relativa asiduidad considérale entre tus enemigos. Nuestro amigo Alfonso Guerra, el profeta de la España desconocida para la madre que la parió, ya lo dice bien claro, los obispos son como los ayatolás iraníes, parece que estos obispos de la Conferencia Episcopal Española tienen un Consejo de Vigilancia de la fe, clavadito al que tienen en Irán, y han hecho lo que en Irán, tachar de la lista a miles de candidatos de unas elecciones. Siempre había creído que los obispos se dedicaban a otras cosas.
Últimamente también han perpetrado gritos unas autoproclamadas feministas. Bajo ese nombre se esconden unas mujeres que piden el aborto libre y gratuito, porque las mujeres tienen el derecho a elegir... el qué hay que elegir? si me da la gana de despedazar al bebé que llevo en las entrañas a dos semanas de nacer, y que les salga gratis, eso es lo que quieren decidir? En el tema del aborto hay unas disposiciones legales muy claras, podemos estar de acuerdo o no, incluso, como se ha hecho últimamente, podemos ver con mucha lástima que muchas mujeres hacen trampas para saltarse la ley, lo que no me entra en la cabeza es cómo hacen exhibición del despedazamiento del bebé... 4000 autoinculpaciones de haber abortado ilegalmente. Luego andan diciendo en “tono festivo” que les saquemos los rosarios de los ovarios, y que quieren quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal. En fin... no quiero llamarles nada....Por cierto, la enorme cifra de 200 personas se ha manifestado ante la sede del PP ayer sábado. Parece que eran gays, lesbianas y transexuales. Han ido allí para lanzar improperios contra los retrógrados de la “derecha” española. Estos ya no se acuerdan lo que es la derecha ¿verdad?. Yo no tengo nada contra los homosexuales, no hay razones para tener nada en contra de las personas, se acuesten con quien se acuesten, pero pongamos las cosas en su sitio, el hecho de ser homosexual no te vuelve ni socialista ni payaso, exaltados y gritones los hay en todas partes. Quiero decir: cuando uno descubre que es homosexual no le dan el carnet del PSOE y le dicen “venga, ya tiene usted permiso para atacar a los de la gomina y la sotana” y a continuación te dan unas ganas irreprimibles de vestirte con una tanga rosa y una gorra de torero, y salir a la calle el día del orgullo gay. Hay muchos, más que estos que vocean, homosexuales que son gente normal, discreta, que va por la vida como vamos los demás, que trabaja, paga su hipoteca y visita pareja en mano a su madre domingo si domingo no, y no necesitan payasadas como las del orgullo gay, lo que necesitan es lo mismo que el resto, un trabajo estable, ir por la calle sin que te atraque un mercenario serbio, y ese tipo de cosillas que parece que no importan a nadie que gobierne en este país. Ya podían los voceros vocear contra las atrocidades del gobierno iraní, que cuelgan por el cuello a los homosexuales en ejecuciones públicas para que todo el mundo sepa lo que Alá hace a los sodomitas, o mejor, voceando frente al PP estaba el venezolano Boris Izaguirre, se me ocurre que puede ir a Venezuela a decirle al “gorila rojo” que respete los derechos de los homosexuales y los heterosexuales de ese país. Yo por mi parte espero con impaciencia el día del orgullo hetero para salir por las calles disfrazado de ministra De la Vega.

sábado, 16 de febrero de 2008

Grimorio




Podría ser grimorio hijo de grima, por aquello de la irritación, la lástima, la ira que como dice Pietro de Paoli le invade cuando ve a su Iglesia. Así, el grimorio sería el almacén de grimas, el lugar escondido entre mis ojos y la nuca donde guardo todo aquello que por irritación, lástima o ira no digo y sí escribo.
Podría ser grimorio aquello que parece ser contrario a la suavidad o al terciopelo, nunca como piel de melocotón quizás maduro quizás verde, siempre como piel de grima, grito de de los hijos del agobio o suspiro de pena del alma negra cuando se conoce un lugar al que no se va y no se quiere ir.
Podía ser grimorio aquel caballo alado que, de irritación, lástima o ira, quiere volar, seguir al águila que tan alto vuela en busca del soplo con el que Dios separó las aguas de la tierra durante la creación.
Podía ser grimorio San Pedro cabreado al no sostenerse sobre las aguas, al hundirse entre las olas por aventurarse a hacer algo que el resto no sabía que se podía hacer y al saberlo no quisieron hacerlo.

Podía ser grimorio tantas cosas que sólo es una y no es ninguna de esas.

Puede ser grimorio el libro secreto, el libro de magia que hasta el mismo Tomás de Aquino ocultaba en el arcón donde se sentaba. Puede ser grimorio el libro que está por escribir y que ya se escribe con letras que no todo el mundo debería leer.
Puede ser grimorio el libro del que el buen discípulo del Hijo de hombre no puede ni debe retractarse, como dijo el alemán valiente ante el emperador.
Puede ser el grimorio de Alberto aquel libro de pequeñas cosas mágicas que aprendo de vivos, muertos y moribundos, y que si han de ser vistas por el emperador, que sean vistas sin mi firma o que no sean vistas.
Puede ser el grimorio de Alberto el grimorio del hombre de fe que busca la verdad tras las esquinas que pocos doblan por ser pecado, esquinas que son dobladas normalmente para ser quebradas.
Puede ser el grimorio aquel libro de magia donde guardo aquella luz que sí dobla las esquinas.

jueves, 14 de febrero de 2008

Caricaturas


Los periódicos de Dinamarca han vuelto a publicar la famosa caricatura de Mahoma. ¿La razón?, han detenido a tres terroristas que planeaban asesinar al dibujante Kurt Westergaard.
La publicación otra vez de las caricaturas es una defensa contra el intento de atentado contra la libertad de expresión. Podemos estar en desacuerdo con la imagen de Mahoma con una bomba en el turbante, no todos los musulmanes son terroristas. Pero no podemos estar de acuerdo con la dictadura que pretenden inculcar los islamistas en Europa. El autor del dibujito, Kurt Westergaard, no es musulmán, posiblemente no sea ni cristiano activo ni practicante, así que ninguna norma le impide dibujar a un personaje histórico. ¿Ofende a los musulmanes?, estamos de acuerdo, pero cuantas cosas ofenden también a cristianos y judíos. Los cristianos somos expertos en ver a Jesús de Nazaret en todas partes y de cualquier forma, y en España somos más expertos aún. En Europa tenemos el derecho de expresarnos en libertad respecto del Islam o de cualquier otra religión, de hecho, con el cristianismo lo hacemos continuamente y sin ningún miramiento. Las caricaturas son simples dibujos y si sirven para desatar violencia no es cosa de las caricaturas sino del fundamentalismo de los musulmanes, que les hace estar a siglos de nuestra sociedad post-moderna. También hay caricaturas de Jesucristo, muchas de ellas con manifiesta intencionalidad de ofender la fe cristiana, y como mucho se ha levantado la voz, pero no se amenaza ni se asesina a nadie. Cuando los progres piden respeto al islam con este tema y hablan de los abusos de la libertad de expresión pido lo mismo para el cristianismo cuando se cocina a Cristo en un horno o se le dibuja con un misil bajo el brazo.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Las hijas de Eva


La sociedad laicista, de la que tanto nos quejamos, ha descubierto y ha aceptado que las mujeres son efectivamente, la otra mitad de la humanidad. La Iglesia, que se dice esposa de Cristo, no se ha movido desde la Edad Media. La Iglesia sigue considerando, en el peor de los casos, que las mujeres son la parte claudicante de la humanidad. En la estructura temporal eclesial, la mujer es la parte subordinada, la parte disciplinada que obedece. Son las hijas de Eva que han cargado con una culpa que no es suya, sino compartida, una culpa de toda la humanidad. Y en el mejor de los casos, son las que dan un pequeño suplemento de humanidad a los hombres. Las mujeres no son seres incompletos, no son seres que hay que proteger de su propia debilidad para permitirlas ser buenas esposas, buenas madres y laicas piadosas: tropa de refuerzo encerrado entre las verjas de un convento que obedece solo porque Cristo fue hombre. La mujer no esta ahí para mostrarnos la parte de ternura, de simpatía, de dulzura de la humanidad, el hombre está obligado a ser también simpático, tierno y dulce. Las mujeres son seres humanos como los hombres, “hombre y mujer los creo”. La mujer también es imagen de Dios, no tienen porqué ser protectoras de la vida en lugar de los hombres. Pueden ser bárbaras y violentas, y no por eso ser menos mujeres, igual que nosotros podemos ser dulces y atentos sin dejar de ser hombres. Quizás los hombres necesiten de las mujeres para definirse “a contrario”. Nada más lejos de la realidad, hombre y mujer son tan iguales que la imagen de Dios es una imagen sexuada, la imagen de Dios es varón y hembra. De la misma forma que en la Trinidad la diferenciación de las tres Personas divinas no rompe la unidad de la Trinidad, en la imagen de Dios, la diferenciación sexuada de sus dos igualdades no rompe la unidad que debe haber entre la imagen de Dios. En el fondo, la única diferencia entre hombre y mujer es su manera de ser feliz, el hombre y la mujer tienen un modo distinto de darse a los demás, que es distinto, complementario, y cuando no se refiere a la fecundidad, es intercambiable. Las mujeres no tienen ni más ni menos vocación de ser madres que los hombres de ser padres. ¿existe una vocación específica de las mujeres más de lo que pueda existir una vocación específica de los hombres?

martes, 12 de febrero de 2008

Propuesta


Propongo coger un Nuevo Testamento y buscar San Mateo capítulo 5 versículos del 1 al 12, no es mucho, apenas 11 frases. ¿Qué nos encontramos? Sí, algo que nos parece que conocemos y que no nos puede enseñar nada. Sí, ya se que esto de las Bienaventuranzas lo hemos escuchado un millón de veces. Pero propongo pensar un poco en ello, leer y pensar, sólo eso.
Jesús sube al monte, sube a lo alto para hablarnos, y lo hace de una forma muy directa y muy clara, fácil de entender, aunque no por ello fácil de llevar a la práctica. Siempre nos hemos preguntado qué es la felicidad, cómo ser felices, y andamos equivocados, errantes. Buscamos la felicidad en el “tener”, en el disfrute de los bienes materiales, pero Jesús nos dice que estamos muy equivocados, nos dice desde el monte que la felicidad está en amar y ser amado.
Las bienaventuranzas nos dibujan el rostro de Cristo, del hombre perfecto, nos desvelan el difícil secreto de ser cristianos. Las bienaventuranzas parecen palabras de promesa, y lo son, pero también son palabras orientadoras. Cada una de las bienaventuranzas va dirigida a nosotros, describe la situación de cada uno de nosotros, pobres discípulos cansados, hambrientos y perseguidos por la postmodernidad. Los valores que propone Cristo son distintos a los valores que nos propone la sociedad; Cristo hace brillar una nueva imagen del mundo, invierte los valores. No debe entenderse que el júbilo que nos presenta debe trasladarse exclusivamente al futuro del más allá; lo que nos propone Jesús con las bienaventuranzas es que miremos a través de los ojos de Dios. Cuando conseguimos cambiar el paso para caminar acompasados con Jesús, cuando conseguimos vivir con esos nuevos criterios, es cuando saboreamos un poco de lo que vendrá en un futuro.
Las bienaventuranzas expresan la auténtica situación del creyente en el mundo. Aunque nos sintamos disgustados, fuera de lugar, insultados, deberíamos experimentar alegría. Si aprendemos a sufrir con Jesús, la alegría de su triunfo, la verdadera felicidad, nos llegará a nosotros.
Las bienaventuranzas son también una biografía “oculta” de Jesús, Él es el auténtico pobre, el verdadero humilde y puro de corazón, Él es el constructor de la paz, el que contempla a Dios y el que sufre por amor a Dios. Las bienaventuranzas son el guión perfecto para imitar a Jesús.Por mucho que hablemos de las bienaventuranzas siempre nos quedamos en el umbral de su significación más profunda. El verdadero reto es introducirse en la hondura del pensamiento de Jesús. Entender a Jesús es algo más que entender sus palabras, no basta asombrase con ellas, para entender a Jesús hay que vivirlo y para vivirlo necesitamos las bienaventuranzas. Es lo mínimo si queremos empezar a buscar la Verdad.

jueves, 7 de febrero de 2008

Adelante, Señor Obispo


Hoy no hablo yo, habla José Ignacio Munilla, obispo de Palencia, el obispo más joven de España y gran amigo de mi hermano de fe Iñaki y con el que no puedo estar más de acuerdo.
Tras recordar que la virulentas reacciones están en consonancia con la reacciones que tuvieron lugar tras la concentración de las familias el 30 de diciembre, anima a la lectura directa del documento, cosa a la que yo también me uno.
Dice José Ignacio Munilla:
“Ya sabemos que estamos en una sociedad muy plural, y que cada vez es más difícil esperar que los principios morales que propone la Iglesia vayan a ser objeto de un consenso generalizado. Pero, más allá de la pluralidad de pensamiento, me parece muy significativa la diferencia tan notable de talante, entre la forma de expresarse de los obispos y la de la mayoría de sus críticos.” Dice el documento episcopal “Respetamos a quienes ven las cosas de otra manera. Sólo pedimos libertad y respeto para proponer libremente nuestra manera de ver las cosas, sin que nadie se sienta amenazado ni nuestra intervención sea interpretada como una ofensa o como un peligro para la libertad de los demás. Deseamos colaborar sinceramente en el enriquecimiento espiritual de nuestra sociedad, en la consolidación de la auténtica tolerancia y de la convivencia en el mutuo respeto, la libertad y la justicia, como fundamento imprescindible de la paz verdadera”. Ojalá nuestros políticos escriban en la agenda esta frase y la lean todas las mañanas con intención de cumplirla. Al contrario, lo que se responde son amenazas e insultos. Continua el Obispo Munilla “Es totalmente falso que la Iglesia Católica haya entrado en campaña electoral. Los obispos no han hecho sino ofrecer a los católicos cerca de cuarenta criterios morales, que les sirvan como orientación antes de decidir libremente su voto. Los principales han sido: respeto a toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, tutela jurídica del matrimonio, apoyo a la familia en su derecho de educar moralmente a sus hijos, firmeza ante el chantaje terrorista, distinción entre la sana laicidad y el laicismo, moderación de los nacionalismos, atención especial a los inmigrantes, vivienda accesible para todos, respeto a la naturaleza, colaboración con el desarrollo internacional de los pueblos, defensa de la mujer discriminada y humillada, lucha contra la esclavitud de las redes de prostitución, denuncia de las diferencias injustas entre personas y comunidades autónomas, etc.” ¿Quién en su sano juicio no está de acuerdo con esto?
José Ignacio Munilla recuerda, para que luego se nos acuse de favorecer a un partido en concreto que “ninguno de los partidos políticos con representación parlamentaria en España cumple la totalidad de las orientaciones morales señaladas por la doctrina católica.... Vivimos inmersos en un ambiente de acoso a la Conferencia Episcopal Española. En los momentos actuales, un obispo se lo tiene que pensar mucho antes de atreverse a hablar en público. Una de las mayores tentaciones que tiene que vencer es la del miedo, ya que cualquiera de sus palabras puede ser sacada de contexto y extrapolada por unos medios de comunicación mayoritariamente imbuidos de la cultura secularizada, laicista y anticlerical. En la práctica, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la libertad religiosa están en peligro.”
Como decía al principio, hoy no hablo yo, habla el Obispo de Palencia Jose Ignacio Munilla, con quien no puedo estar más de acuerdo...
Y es que de Palencia no puede salir nada malo.

martes, 5 de febrero de 2008

El brazo tonto


Blanco llama a la Iglesia "brazo armado del PP" y amenaza con hostilidades si gana el PSOE....
Díganlo más bajito, no sea que venga George, en busca de armas de destrucción masiva a las sacristías, a los conventos, o bajo los bancos de la iglesia. Cuidado, que tenemos gente muy preparada para el golpe final.... en la “Iglesia rebelde” tenemos activistas acostumbrados a dar clase sin cargo al estado, a curar enfermos sin cargo al estado, a atender la pobreza de muchos españoles sin cargo al estado, etcétera etcétera sin cargo al estado. Hostilidades, sí, por supuesto, vamos a lanzar escapularios molotov contra las ventanas de todos los gobiernos civiles si gana el Pesoe, y vamos a obligar a hacer ayuno a Solbes, vamos a confesar a Blanco y vamos a castigar sin recreo a Caldera.
Como he leído en otros foros, si la Iglesia es el brazo armado del Pepé, Blanco es como Torrente, el brazo tonto del Pesoe.
Sigo sin tiempo pero me hervía la mala leche, que Dios me perdone la ira que me provocan estos señores, pero que Dios los perdone a ellos también, por que no saben lo que hacen.

domingo, 3 de febrero de 2008

Velos y velados


En los últimos años estamos viendo como miles de personas de religión musulmana entran en España para trabajar y tener acceso al estado del bienestar. El problema que tienen es el reconocimiento de su identidad social dentro de la identidad social occidental, cristiana y democrática. La identidad social está relacionada con la independencia y con la autenticidad, es un problema de respeto y reconocimiento de su identidad cultural, muy diferente a la identidad cultural de la sociedad dominante. Podríamos pensar que no es aceptable que exista una sociedad dominante que imponga a estas minorías sus valores y sus leyes. La idea de autenticidad surge de la noción de dignidad humana, en virtud de esta dignidad sería necesario un reconocimiento igualitario para todos los hombres. Pero también en virtud de esa autenticidad hay que reconocer la diferencia, este reconocimiento es un problema cuando diferentes grupos sociales reivindican ideas contradictorias entre sí. La escritora somalí Ayaan Hirsi Ali, escribe en su libro “Yo acuso”: “La violencia contra las mujeres ocurre asimismo en el seno de las familias occidentales, pero los occidentales rechazan la violencia, mientras que en la mayoría de las familias musulmanas se percibe este tipo de violencia como algo que las mujeres se buscan por no atenerse a las normas. La familia y el entorno social no la desaprueban. Razonan: si un hombre te golpea, algo debes haber hecho.” ¿Tenemos que respetar estas actitudes al acoger a musulmanes en Europa? ¿Respetamos la libertad religiosa en Europa o respetamos los derechos de la mujer? El Evangelio nos dice que en Cristo "no hay ni judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer". (Ga 3, 28). La libertad humana es un bien inalienable, pero no es absoluto, no toda acción por ser auténtica es digna de respeto cuando es inhumana. Unos musulmanes defienden el uso del velo, para mostrar modestia, decoro y pudor, y permitir así que se viva en una sociedad en armonía, en la que cada uno debe desempeñar un papel preciso e inalterable. Desde este punto de vista, la mujer sigue una obligación divina y se somete a la voluntad de Alá y no a la del hombre. Se trata pues de la aceptación voluntaria "impuesta" por Alá. Otros musulmanes piensan que además simboliza una resistencia contra el modelo occidental y utilizan el velo como símbolo de ese Islam "de oposición". Los casos de agresión contra mujeres con velo refuerzan esa necesidad de "resistencia militante", que algunos resumen con la idea "estás con nosotros o contra nosotros, y para demostrar tu lealtad has de llevar el velo". En otro extremo, hay musulmanes que piensan que es una imposición de los hombres y les parece un aspecto "oscurantista" del Islam basado en la política del miedo que consiste en razonar de la siguiente manera: puesto que la mujer es "tentadora" (es culpable del pecado original) ha de cubrirse como se lo ha ordenado Alá, si no, irá al Infierno. Hay musulmanas que viven en perfecta armonía y coherencia el uso del velo. Les parece conveniente y se sienten realizadas y felices así, porque para ellas significa seguir los preceptos de Alá, y exigen el derecho a profesar su fe abiertamente. Hay mujeres musulmanas en occidente que no llevan velo, y hablan de un “velo interior” para evitar las críticas de los varones de sus comunidades. El problema de nuestra sociedad es que se confunden los derechos humanos con derechos sociales y con expresiones de autenticidad. Se exigen preferencias personales como si fueran derechos alienables. En España vamos por un camino que Francia ya ha recorrido. La ofensiva islamista ha destrozado el laicismo existente en las escuelas francesas -cabe decir que en España parece que laicismo se entiende como anticatolicismo- y la batalla en torno al pañuelo es el símbolo de una guerra abierta. Este tema empieza a ser más que un problema religioso, un problema político, y que como he dicho arriba, muchas musulmanas llevan pañuelo como simbólico insulto a la “podrida sociedad occidental, capitalista e imperialista”. He de añadir con estupor a estas reivindicaciones a partidos políticos de izquierdas, que habiendo perdido sus referentes soviético-marxistas y vacíos de ideales se lanzan al antiamericanismo, apoyando a cualquiera, en este caso el mundo islámico, que ataque la sociedad capitalista. Esta cultura islámica que exige respeto a su religión y sus tradiciones es la misma que lanza feroces sermones todos los viernes en las mezquitas de Europa contra la misma Europa.

Por un puñado de Euros


Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica de España ha pedido a los ciudadanos el voto para el Pesoe o Izquierda Unida. A su entender, los socialistas han avanzado en la defensa de la igualdad entre confesiones religiosas porque defienden mejor un estado auténticamente laico y son más respetuosos con todas las religiones y mantienen un trato igualitario con todas. Me parece perfecto, Mansur Escudero, es uno de los pocos musulmanes que vive en un país democrático y puede hacer uso de la libertad de expresión, que por cierto no es un invento laico-ilustrado de la Revolución Francesa sino que es algo emanado del cristianismo primitivo durante el Imperio Romano. Me parece perfecto que Mansur Escudero pida el voto para quien quiera, luego, los afortunados musulmanes españoles, que son de los pocos musulmanes en el mundo que pueden votar, votarán a quien quieran. Masur Escudero, además, recibe del Estado, que somos todos, 100.000 euros en concepto de subvención. La fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Gobierno, y medio a través del cual los musulmanes españoles reciben ese dinero, tiene todo el derecho del mundo a decidir quién es más digno y con quién se debe convivir y ser plural, y Mansur Escudero, tiene todo el derecho del mundo a recibir ese dinero pagado por todos los contribuyentes y a agradecer el regalo de la manera que considere necesaria. La postura de Mansur es coherente, “tú” pagas y “yo” te voto. Y también es coherente la postura del Gobierno con la Iglesia, se llevarán bien con los cristianos españoles mientras éstos digan lo que Pepelu Rodríguez (José Luis Rodríguez Zapatero) quiere que digan. Mientras los cristianos españoles no hagan lo que los musulmanes y en vez de pedir el voto al Pesoe lo pidan para el Pepé, no entenderán que los religiosos se metan en política. “Tú” no me votas, “yo” no pago. En ningún país democrático (por cierto todos cristianos) se niega la palabra al crítico. A Pepelu Rodríguez parece que le duele que no haya pensamiento único en España. Que conste que yo no quiero el pensamiento único ni por un lado ni por otro.Por mi parte yo voy a pedir el voto para Hillary Clinton, que me parece más simpática que Pepelu o Mariano... Ah! Que no se puede, que éso sólo es para los americanos.... qué lástima.
Por cierto, es bonita la bandera de Eurabia, ¿verdad?
En fin, vuelvo al estudio....